Barreras Deflectoras
Desvían verticalmente el chorro de gases al ser atravesadas por éste, protegiendo así cuanto se encuentra al otro lado de la barrera.
Dispersan el chorro de gases de escape y reducen adicionalmente la molesta baja frecuencia del espectro de ruido propagado.
La incidencia del chorro en la malla de la barrera no genera fuentes adicionales de ruido ni recirculaciones de gases debidas a reflexiones en la malla.
Pueden tener una altura superior a los 20 m y son diseñadas, fabricadas e instaladas de manera específica para cada emplazamiento y sus respectivas condiciones operativas.
Las barreras pueden ser generalizadamente desmontadas y reinstaladas en emplazamientos distintos, con un alto grado de aprovechamiento de los componentes y sin requerimiento de mantenimiento especial.
Posibilitan ampliaciones, sin sobrecostes, por causa de nuevas necesidades operativas.
La “transparencia acústica” de la barrera proporciona un factor añadido de seguridad al evitar la generación de reflexiones sónicas en la zona posterior de los aviones.
Consecuentemente, la barrera no ocasiona vibraciones que puedan dañar el fuselaje o la cola de los aviones, independientemente del volumen extraordinariamente grande de gases que incidan en ella.
Maximiza la seguridad para las personas al posibilitar la visibilidad a su través, como recomienda la OACI (Organización de la Aviación Civil Internacional).
Son más ligeras, por lo que resultan no sólo más fáciles de fabricar y montar, sino también más económicas.